Era deesperarse,  Fukiko sólo decidió observar  fijamente a sus alumnos,ella era una senpai responsable, y en el cual ella debía pagar susestudios,  no obstante,  la escuela no sabía que necesitaba el dineropara pagarse sus estudios, o un departamento paupérrimo que pagaba una altarenta.

Sin duda,hasta en el día de san Valentín, bueno antes de aquél día, MorishingeSakurato.  Decide ir a su escritorio, para ver sus ojos castaño oscuro,preguntarle:

-Fukiko-Senpai,¿Quisiera salir conmigo en el día de san Valentín?-Estaba tan apenado en quesus mejillas de piel blanca, no evitaron un inmenso sonrojar.

-Ah,seguro, ¿Por qué en san Valentín? No me esperaba.-Volteó bruscamente, a Shinge,le sonrió, asintiendo suavemente.

Le susurródespacio en su oído, “Es mi cumpleaños, cumplo dieciséis.”.  Ella hizo unasuave risa.

Un díadespués de lo dicho. Fukiko, al salir del instituto, Kisaragi  fue al rumbo de su departamento; Para  darse una ducha caliente, para relajarse, a la salida de esejovencito. En el estante de su peinador, había unos perfumes de tonalidades enlos vidrios, color rosa y morado. Las fotos que tenía eran de hace seis años,en las cuales  sufrió demasiados daños en que ella, algunos; Rumoran enque ella es la hermana, de Saeko Shiro, Fumiko. Fumiko, su sueño era ser unagran maestra de literatura antigua, en la lengua latín.  Era demasiadofrágil en que sufría tanto bullying, en que creó a Fukiko Ichinomiya: La quedemuestra el lado anhelado de ella. Una mujer tan carismática que todos laadoraban, apreciaban totalmente por su carácter tan cálido; Hasta protector asus seres queridos. 

Ellasostenía la barbilla con su mano izquierda, al mirar el perfume “Mystic moon”.Qué era un olor tan dulce, en el cual, le fascinaba echárselo en su alargadocuello, en las muñecas, derrochaba sensualidad cuando se lo ponía, en su pielblanca. En el espejo, hay fracturas… ella cuando se adentraba su verdaderapersonalidad, se quedaba llorando, en su cama, por muchos complejos de laadolescencia. Desde los catorce, era Fumiko, después de eso, ya era Fukiko.Hasta algunos, que la vieron en la preparatoria, en el libro del año, eraparecida a Mayu, pero un poco más alta, algo formal.  Sus pequeños,carnosos  labios,  se los untaba por el humectante labial “Magentaanexity”; Uno de sus predilectos, mientras se colocaba las sombras amatistas,en sus parpados, con un delineador negro, se dibujaba sus líneas gruesas en susojos. El color neón transparente hacía iluminarse, la belleza de Fukiko, aunqueen el fondo, Fumiko era muy hermosa, aunque siempre en su tiempo en la escuelamedia, siempre estuvo desarreglada, hasta de un aspecto muy reproblable en susailor fuku.  Ella se añadió totalmente la base facial, de tonalidad claraen su rosto, en el cuello también se puso; En las ojeras el corrector paraverse más fresca.

-Ahora…siento que Fumiko, ha vuelto a relevarse. ¿Ya es el momento de desvanecerme?-Se lo dijo en su interlocutor, aunque en el fondo se lo decía a “Michiyuki”;Otra personalidad que era su maldad, su perversión de las dos personalidades.El desorden del Trastorno de identidad disociativo, esrealmente profundo ese padecimiento.  Al terminar, se vistió con unvestido escotado, con un zipper en el centro del vestido, negro azulado, sepuso un listón de color negro de satín encima de la cadera, aunque erademasiado corto, también esponjado, era realmente grato usar ese tipo de ropaestilo cocket. Fukiko, aunque tenía su novio Akeru, un hombre casi de diez añosmayor que ella. Su relaciones íntimas, son casi nulas, por su trabajo, Fukikoempezaba a preguntarse, sí servía estar en una relación si el hombre, estabaausente. Para Fukiko, le desgarraba tanto tiempo su ausencia. Extrañaba el olorde su piel, de su perfume maderoso, hasta el sabor de su saliva; Comprendía queera absorbente su tiempo, era primordial su familia, pero su egoísmo no la dejabaen paz.

Se poníasus zapatos de tacón alto con un adorno, de un moño de cuero negro. Ella sehabía puesto sus medias de color natural. Se puso pulseras plateadas en susmuñecas, sonrió al ver sus caderas en el vestido, aunque en el reflector delespejo, se ve la dueña de ese cuerpo que tiene, una chica derramando lágrimas,con el rimen corrido en las ojeras poniendo más sombrío su aspecto; Ella sólo…Fukiko, sólo se alejó, tomo el bolso elegante del perchero, abrió la puerta, sedespidió apagando la luz de su habitación.

 Saliódel edificio, bajando los escalones que daban a la banqueta de la parada deautobuses, esperaba en un asiento a Morishinge. El cielo olía a tierra mojada, porque había llovió. Los cerezos florecían que manchaban el color del cielonegro; la luna llena alumbrara con su luz tan intensa en la que topaba alcuerpo de Fukiko. Dándole un esplendor a su silueta moldeada por tantofisiculturismo, también con el ballet. Ella miró con la cabeza levantada, elcielo que en el cual, le recordaba que ella sólo es un espíritu dentro de lamente de una persona; No era esa persona que siempre está físicamente. La auténtica,sólo aparece cuando la desesperación se apodera del cuerpo. Él joven habíallegado, cuando se aproximadamente en la banqueta cerca de la parada deautobuses.

-¡Shinge-kun!Muy elegante que has venido, muchas felicidades, ah, feliz día de SanValentín.-Ella se levantaron inmediatamente del asiento, se acercó y abrazódulcemente al festejado. Shinge, No pudo evitar oler su dulce perfume en sucuello. Le palpitaba su corazón con sólo tenerla en sus brazos.

Ella seseparó, Shinge pide un taxi que se estaciono enfrente de la banqueta. Él lepide al taxista que los lleve a un lugar llamado: “Paradise Divine”, elconductor del taxi, le responde: “Claro, suban”. Volteando al volante, despuésque hablar en perfil con Shinge.

El taxi losllevaba a un establecimiento que era uno de los restoranes y también unadiscoteca de las más solicitadas en el socialite nipón.  Al exterior dellugar era una construcción de color gris con vidrios cristalizados, destelloshacía con cualquier luz que se traspasaba en el lugar; La gente salía eranincluso personas que son del gobierno, estudiantes de los institutos másprivados asistían, hasta actores de gran renombre, amateurs de guionistas,directores de renombre, retirados actores; Malos herederos que desperraban susfortunas en licor fino, algunas prostitutas ricas que acompañaban a aquelloshombres, para conseguirse su sostengo, no faltaban las antiguas Orian, quehacían un espectáculo si obtenían clientes en esa bohémica noche de SanValentín.  Shinge vestía de un traje negro, muy elegante que parecía unsmoking, aunque tenía puesta una corbata de color  azul rey, sus lentesrectángulos los que lucían su cálido perfil, en el cual su refinada nariz, esosojos azul gris, denotaban esa belleza de aquél solitario estudiante, queconoció a Fukiko.

-Me permitesu brazo. Voy a acompañarla a dentro del lugar,  se ve esplendida.Fukiko-Senpai, espero que le agrade el restaurant.  Ahorre muchísimo paraconseguir una mesa para que vea los mejores directores, actores de gran fama enel cine independiente, hasta los ganadores del cine de Japón  renombradosen nuestro siglo; Además… la comida que preparan, especialmente los postres son una gran delicia.

Fukiko nole dijo nada, no podía entender como Shinge tuvo que llevarla a un restauranttan costoso, hasta irreal por su real situación económica.  Le da subrazo,  Shinge  le dobla su brazo para acompañarle de manera educaday muy formal con ella. Caminando en el umbral de puerta de la entrada delestablecimiento,  Shinge no podía ocultar sus sentimientos por ella,cuando la vio al representarse al grupo 2-9, como Senpai del grupo, aunquesospechaba que Satoshi Mochida, se enamoró como él por su auténtica belleza. Ella comento entre oreja a oreja a su amigo, entrando al lugar, cuando unanfitrión los pasa a su mesa: “Al fondo junto con el teatro.” Les indico con lapalma de la mano el fondo, dónde están las mesas. Asiente Shinge, acompañando aFukiko.

-No debistegastar demasiado, para ir a este lugar. Yo con el Ramén cerca de la azotea deledificio del departamento, hubiéramos cenado.  Pero, el lugar es tanhermoso… el pasillo hasta la puerta es tan moderno con el antiguo que es undeleite para mis ojos.

-Porque selo merece. Además, Akeru, no iba a celebrar con usted, por su agitante trabajo,¿Cierto?- Volteo a decírselo en su rostro, el inconsciente, acaricia su cabellopor la espalda. Shinge, su corazón estaba tan acelerado en que se enrojeció contocarle su piel en el hombro. Fukiko, le preguntó:

-¿Te pasaalgo? Estás sudando.

-Disculpe,no me fije en eso. Ya llegamos a nuestra mesa, Fukiko-Senpai-. Al topar con lamesa, él le arrima la mesa para sentarse suavemente en el colchón de la silla. La arrima a la mesa, él se sienta lentamente a la silla, para estar enlado norte con ella. La decoración de la mesa, era hermosa. Hermosa; En que lavajilla de porcelana, pintada a mano con decoraciones, de rosas con pétalos de cerezo acompañado el borde los platos. Con los condimentos, la sal yla pimienta. Había demasiados cubiertos desconocidos para ella.  Se sentíapeor que una ramera aprendiendo a ser una dama.

En elcorredor de las mesas, Mayu Suzumoto. Arreglando los vestidos de las meseras,hasta las cajeras del lugar, amaban sus diseños. Ella era voluntaria por sucarrea de diseño en producción, aunque ella, era una chica estaba enamorada deMorishinge, desde el primer momento que pudieron interactuarse.  Ya sabía que él, quedó enganchado por labelleza de Fukiko aunque le ardía en su alma que nunca iba a ser correspondidapor sus obsesiones enfermizas.

-Fukiko-Senpai, gracias por acompañarme. Siempre mis cumpleaños, suelen ser muysolitarios, detesto de que haiga caído en San Valentín. Este…  quiero decirle, antes de comer, en que…

El mesero lo distrajo trayendo el aperitivo, un simple salmón cubierto con crema de elote,junto con un curry salado.  Fukiko, miroel platillo, hasta ella tomo el tenedor junto con el curry, añadiéndole lacrema.  Lo toma en  los labios, lo mastica lentamente  para saborearlo como si fuera un deleite ensu paladar exigente.

-Este aperitivo está excelente. Me iré al tocador, paravolver a retocarme el rubor. No te desesperes. -  Levanta bruscamente, antes de hacerlo,empezaba a sentir su vista pesada, hasta… en que, era incómodo para estarcomiendo.

Caminaba, temblando, al corredor de los baños, intentaba depararse, pero al llegar a la puerta del tocador… ella empezaba a presionarse lacabeza,  exclamando en voz baja:

-¡Que carájos quieres Michiyuki!- Ella, empezaba a cambiarla modulación, de una agresiva, es rumbarte que las afanadoras, evitaban tenersu contacto.

-¡Estoy harta de estar viendo que te robas el cuerpo deFumiko!-Se estrangulaba a sí misma, aunque se hería a sí misma, sus ojos, lamirada le cambió del rostro curiosamente a distancia, Mayu la observo, desearíadejarla sola, pero su bondad, se acercó a arrodillarse, mirando a Fukiko… susojos estaban de un brillo agresivo.

-Fuki-Senpai… ¡¿Le sucede algo?!- Mayu, le sostenía loshombros, pero Michiyuki, como ella su sexualidad era bisexual, aunque lefascinaba las chicas del aspecto de Mayu. Michi (Era su apodo, por susconocidos);  Sus brazos acercan con elcuerpo de Mayu, ella no se esperaba que la apretará en su pecho, le huelesensualmente el cabello… mientras que sus labios, le robaban mechones de supelo castaño, literalmente Mayu, lloraba, pensando “¿Ella es lesbiana?”; Michi,le arrebataba la ropa, lentamente… cerró la puerta del tocador, en el momento,le arrebata brutalmente, su vestido, hasta sus prendas íntimas, se avienta  hacía el cuerpo de Mayu, las lágrimas secorren de sus ojos, intentaba casi gritar, pero Michi, la besa ferozmente ensus vírgenes labios. Mayu está en Shock, sus ojos se agrandaron por ver elrostro de la Senpai, no sabía que ella poseía una personalidad tan controversial.

-Eres mi tipo, preciosa…

Continuará